¿Qué es la
creatividad? ¿Originalidad? ¿Novedad? ¿Tal vez soluciones nuevas para problemas
viejos? ¿O problemas nuevos para soluciones viejas? La respuesta es: todas las
anteriores. El genio de Leonardo Da Vinci, durante el Renacimiento, es uno de
los ejemplos por excelencia del potencial creativo del cerebro humano en su
máxima expresión: imaginar y diseñar máquinas para hacer volar al hombre, entre
otros muchísimos inventos; representa una ruptura de esquemas como se
encuentran pocas en la historia; aunque estos artefactos nunca se construyeron
y carecían de la posibilidad de volar en realidad, sentaron las bases para la
aviación moderna.
La mente
emblemática del siglo XX, la de Albert Einstein, concibió la fantasía de
cabalgar un rayo de luz. Imagen infantil y por ende libre de ataduras y
restricciones, lo ayudó a enunciar las teorías que cambiaron el paradigma de la
física válido hasta ese momento. Tenía razón, cuando dijo: “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que
el conocimiento”; hacer más de lo mismo solo lleva al logro de los mismos
resultados, y éstos son obviamente inútiles en una crisis.
A partir de los
años sesenta comienza a sonar insistentemente el nombre de uno de los grandes
autores que aportaron nuevas dimensiones al pensamiento creativo: Edward De
Bono, psicólogo nativo de la isla de Malta y líder internacional en la
enseñanza del pensamiento como habilidad adquirible y mejorable. Ha escrito más
de 60 textos y sus ideas han sido aplicadas exitosamente en IBM, Shell, Exxon,
Procter & Gamble, 3M y otras organizaciones. En Venezuela sus ideas han
sido propagadas por el Dr. Luis Alberto Machado. El concepto de Pensamiento Lateral es de su creación y
se refiere a la organización de la información de manera no convencional y la
generación de arreglos que infringen lo establecido. Considera ideas falsas,
irrelevantes e irreales, permitiendo rutas desconocidas. El término fue acuñado
para diferenciarlo del "Pensamiento Lógico", al cual llamó
“Pensamiento Vertical”.
Uno de los más
interesantes aportes de E. De Bono al desarrollo del pensamiento creativo, lo
constituye un par de técnicas complementarias, denominadas Seis Sombreros para Pensar y
Seis
Pares de Zapatos para la Acción ,
cuya aplicación ha dado excelentes resultados, en cuanto a la efectividad en la
creación de soluciones, en importantes organizaciones.
Seis Sombreros para Pensar
Seis Sombreros para Pensar, es un camino sencillo, pero efectivo para
convertirse en un mejor pensador, donde se separa el pensamiento en seis modos
distintos. Cada sombrero es un rol, y las sesiones y reuniones basadas en esta
técnica se convierten en una oportunidad de expresión de todo tipo de
pensamiento dentro de un ambiente sereno y respetuoso, al tiempo que altamente
dinámico, por los cambios coordinados de roles.
Los seis sombreros son:
•
Blanco:
datos, cifras, hechos
•
Rojo:
emociones, percepciones
•
Negro:
pensamiento lógico negativo →
desventajas
•
Amarillo:
pensamiento lógico positivo →
ventajas
•
Verde:
pensamiento creativo
•
Azul:
coordinación
Algunos ejemplos que se pueden citar de frases en una sesión de “Seis
Sombreros”, en palabras del “Sombrero Azul” son las siguientes:
• “No me convencen las
ideas que tenemos. Pongámonos un momento el sombrero verde y exploremos otras
opciones”
• “Ahora el sombrero
amarillo, vamos a ver las ventajas de cada idea”
• “Cambiémonos a sombrero rojo, necesitamos
aclarar como nos sentimos al respecto”
Seis Pares de Zapatos para la Acción
Seis Pares de Zapatos para la Acción , proporcionan una manera de ver las
situaciones y escoger la manera de actuar más efectiva; complementan los seis
sombreros: primero se piensa y luego se actúa.
Los seis pares de zapatos para la acción son:
•
Formales azul marino:
rutina
•
Deportivos grises:
obtener información
•
Marrones “todo
terreno”: empleo del pragmatismo, simplicidad y
efectividad
•
Botas naranja:
para el peligro, emergencia y crisis
•
Pantuflas rosa:
acciones de atención humana y compasión
•
Botas púrpura:
ejercer autoridad y papeles oficiales
Algunos ejemplos:
• Formales azul marino: “Es algo de
rutina, utilicemos la lista de requisitos que nos envió el ministerio”
• Deportivos grises: “Vamos a averiguar
todo lo posible, todavía es temprano para un presupuesto de ventas definitivo,
busquemos más información”
• Botas naranja: “¡Acción! ¡Movimiento! ¡Ese
andamio esta a punto de caerse y debemos resolver rápidamente!”
• Deportivo gris y pantufla rosa:
“Vamos a investigar qué pasó, pero con amabilidad.”
En conclusión,
conviene recordar la inmensurable capacidad del ser humano para combinar de
forma totalmente nueva los elementos percibidos a través de los sentidos,
creando nuevas propuestas allá donde las decisiones válidas del pasado se
convierten en freno del desarrollo e innovación. El éxito organizacional es hoy
fruto de la creación de valor a través de la exploración de nuevos campos de la
satisfacción del cliente.
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