martes, 15 de octubre de 2013

Ortografía, mejora continua y Babel

Ayer surgió en mi mente una peregrina idea parecida a un vaticinio: si seguimos dejando ir la ortografía por la cañería de la prisa, las redes sociales y la ignorancia que proviene de la educación de mala calidad y la ausencia del hábito de la buena lectura, llegará el momento en que el español y ese idioma en que cada vez más se escribe y se habla en el día a día venezolano, serán distintos.
No pretendo ni logro perfección (Dios me libre de semejante pretensión, soy ciudadana de a pie en la orbe de la comunicación escrita), pero no tolero las monstruosidades. Porque si las dejamos nacer se multiplicarán y serán enormes engendros ortográficos que se extenderán como una plaga. ¿Un ejemplo? La mutación de la segunda persona singular en la conjugación de verbos en pasado: "fuistes" por "fuiste", "llamastes" por "llamaste", etc.. ¿Pero por qué debemos seguir la corriente de nefastas iniciativas idiomáticas? ¿Cómo es posible que quienes incurren en esos horrores (errores es un apelativo muy gentil para estos casos)  no se den cuenta que hace unos años escribían las mismas palabras de otro modo? Lamentablemente cometen ese craso error cuarentones sin aparente memoria ortográfica.
Hace unos meses corregí a un amigo vía PIN, por escribir justo un engendro como el que acabo de ejemplificar; se molestó, me respondió que él escribía como quería........ ¡Pero yo soy quien estoy leyendo! De ocurrirme una situación parecida, yo me sentiría apenada, me disculparía y JAMÁS volvería a cometer el mismo barbarismo. Porque de eso se trata: el aprendizaje no termina nunca, siempre habrá algo que corregir o cambiar: es el principio de la mejora continua, perfectamente aplicable a cada aspecto de la vida: "SIEMPRE HAY UN MÉTODO MEJOR", y es efectivo cuando abrimos nuestra mente con humildad y sed de conocimiento.
Me gustan la redes sociales, sobre todos aquellas que me permiten informarme y aprender, así que sostengo que no originan degradación del idioma por el hecho de que se utilicen: ésta surge por la prisa y descuido con que se redacta en ellas (para los de mi generación son un avance que jamás soñamos en nuestra época de estudiantes, una posibilidad de abrir las puertas de la comunicación y del conocimiento que hoy apreciamos por demás, dado que conocimos el mundo sin ese universo de opciones) .
Y el cuento sigue: en un foro, parte del aula virtual propia de una actividad académica a distancia que actualmente facilito, leí la palabra escasez escrita de tres maneras distintas.
¿Seguiremos dejando de lado la ortografía, recortando las palabras a placer, inventando abreviaturas comprensibles solo por iniciados, redactando caóticamente? La respuesta por el momento parece ser "sí", por lo cual las interpretaciones de los textos bajo estas características serán cada vez más numerosas, subjetivas y con alta probabilidad de ser erróneas, nueva edición creativa, criolla e insospechada de la Torre de Babel.

2 comentarios:

  1. Que no te preocupes, el futuro de la buena ortografía está garantizada bajo el sistema educativo actual, misión Robinson con eso. :p

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  2. De paso los diccionarios de los celulares a veces no ayudan

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